martes, 19 de enero de 2016

La chica del azúcar

Ella, una joven enamorada de aquel camarero, ese que se sabía su pedido de memoria "café con mucha leche". Un día aquel moreno, aunque no demasiado alto, de ojos verdosos, le dijo -¿más azúcar?- mientras atendía a un grupo de personas mayores. -Sí, gracias-dijo ella sonrojandose.
En ese azucarillo ponía "te espero a las 14:00, aquí". ¿como se las había ingeniado para poner eso en un paquetito de azucarillo?-pensaba ella mientras se asombraba.

A las 14:00, la joven se plantó en aquel bar, y allí estaba él, con dos cascos, y con su uniforme negro.
Si éste se piensa que me voy a montar con el en esa moto la lleva clara- pensó ella.
¿Nos vamos chica del café con mucha leche y más aún de azúcar? -dijo el camarero mientras le miraba a los ojos con picardia.

No se podía creer que se había montado en esa moto de 49, si ni siquiera era capaz de montarse con alguien de su propia familia.

Allí iba ella, con su pelo suelto rozando el viento, y agarrada a la cintura de aquel camarero que por lo que ella pensaba era un chulo, de esos que las chicas dicen de los tíos "todos somos iguales", pues él, era uno de esos. O al menos eso pensaba ella.

Tras unos 15 minutos, el estacionó la moto.
- ¿a donde vamos?- dijo ella.
-¿no confías en mi?
- No debería, eres mi camarero.
-por eso mismo, chica, créeme que se más de ti que tú de mi, pero si quieres discutimos esto en otro sitio que no sea el parking de motos ¿va?
-vale - asintió ella
No anduvieron apenas 3 minutos cuando se toparon en un restaurante. Se sentaron, pidieron algo de comer y mientras tanto ambos se quedaron en silencio mirándose a los ojos.
-Bueno, explicame eso de que me conoces tan bien
-Bueno no quiero echarme flores, pero soy tu camarero de todos los días, el que te pone más azúcar en el café,  el que te ve siempre leyendo, o siempre tienes un boli y algo que leer, el que te ve siempre con tu moño de estudiante estresada, y el que le gusta tus pecas naranjas.

Ella quedó impresionada, no tuvo palabras, como para tenerlas.

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